viernes, 23 de enero de 2009

Cuentos encadenados. Pablo


A una playa solitaria, arrastrado por el oleaje, llegó una vez un viejo barco abandonado. El barco abandonado estaba habitado por un niño . El niño se llamaba José pero en ese momento vio como piratas aparecían en su imaginación eran buenos. Buenos pero José se asusto y su padre apareció.

Pablo 2º curso

lunes, 19 de enero de 2009

Cuento encadenado. Luna


A una playa solitaria, arrastrado por el oleaje, llegó una vez un viejo barco abandonado.
Abandonado por su capitán y sus marineros. Sus marineros eran muy buenos con el capitán. Y el capitán era muy malo con ellos. Ellos trabajaban muy duro en el barco. El barco está embrujado por el capitán. El capitán estaba embrujado por una bruja malvada. Era muy malvada.
Malvada como el capitán. El capitán era muy feo. Feo, pero un día fue a la cueva de la bruja mala, y el dijo. ¡ Por favor dame un conjuro ! y se lo hizo, el pirata fue otra vez a la cueva de la bruja. La bruja se lo dio y le dijo ¡ ten cuidado con el conjuro, es muy peligroso ! Sí, es peligroso porque yo soy un patoso. Patoso cómo un bebé. Se lo bebió, y la bruja le dijo hala que guapo eres, en verdad sí.

Si todos los días me vas a decir que guapo eres...

Y se suicidó, tirándose por la borda a los tiburones, y se murió.

Luna 4º

Cuentos encadenados. Patricia


A una playa solitaria, arrastrado por el oleaje, llegó una vez un viejo barco abandonado. El barco abandonado llego a una isla. En esa isla había un hombre. Ese hombre no sabia salir de la isla. La isla estaba abandonada. Como estaba abandonada envió una botella que decía BÚSQUENME, ESTOY EN UNA ISLA. POR FAVOR. Pero no lo consiguió. Como no lo consiguió se metió en un barril y llego a Gran Canaria.

Patricia 2º Curso

viernes, 16 de enero de 2009

Cuentos encadenados. Beatriz



A una playa solitaria, arrastrado por el oleaje, llegó una vez un viejo barco abandonado. Abandonado por el capitán Rodolfo.Rodolfo era un capitán malo y feo. Tan feo como su hermano. Pero su hermano era bueno como la gente de aquel pueblo. El pueblo era muy bonito. Bonito porque todo era de oro. El oro era espectacularmente verdadero. Verdadero como las monedas. Las monedas de ese pueblo eran preciosas como las mañanas. Una mañana Rodolfo fue a robar todo lo que había de oro en el pueblo. El pueblo esa mañana de la derrota apareció apagada. Tan apagada como el fuego. El fuego que pegó Rodolfo empezó a robar oro de todas partes. Partes como las casas, las iglesias, los castillos...
En el castillo estaba el hermano bueno de Rodolfo y ayudó a toda la gente de aquel pueblo. Y el pueblo al cabo de tres días ya se había recuperado de la derrota de Rodolfo. Rodolfo fue encarcelado por su hermano y los habitantes del pueblo de oro. Oro como con el que arreglaron todo lo robado y derruido.


Beatriz Rosario Ojeda

Cuentos encadenados. Javier



A una playa solitaria, arrastrado por el oleaje, llegó una vez un viejo barco abandonado. El barco abandonado estaba lleno de algas marinas y cangrejos grandes y feos. Un feo hombre que vivía en esa isla estaba allí porque su yate se le rompió el motor. El motor de aquel barco estaba bien y el hombre le quitó la gasolina al motor roto y se lo puso al otro y se fue de esa isla.

JAVIER SUÁREZ SUÁREZ.
Curso: 4º

Cuento encadenado. Diana



A una playa solitaria, arrastrado por el oleaje, llegó una vez un viejo barco abandonado había cosas muy raras. Con esas cosas raras no sabían que hacer. Las cosas raras estaban en el barco cuando un día vino una mujer. Esa mujer se las encontró. Cuando las encontró llamó al marido que era policía . El policía investigó. Investigó y dentro de la barca había un bebé. Ese bebé lo llevaron al médico y en el médico le dijeron que estaba bien. Como estaba bien el policía y la mujer se lo llevaron para la casa y adoptaron al niño.

Diana María Díaz Ramos. Curso:5º

Cuento encadenado. Paola



A una playa solitaria,arrastrada por el oleaje llegó una vez un viejo barco abandonado. Estaba abandonado y hace pocos días que llegó. Llegó llamaron a la policía unos vecinos que están cerca de esa playa en la que estaba el barco. En el barco encontraron dos cosas. Una cosa no sabían lo que era, la otra eran unos zapatos muy viejos. Los zapatos viejos tenían una carta. La carta se abrió y vinieron todos los policías y ninguno entendía la letra, hasta que vino un señor y les dijo a todos que iba a intentar leer la carta. En la carta decía no van a saber nadie donde estoy. Al cabo de un tiempo lo encontraron y lo metieron en la cárcel. En la cárcel no llegaron a poner una carta porque sabían que los iban a encontrar y no vinieron más nunca a ese pueblo. A ese pueblo de ahí en adelante nada más que venían pobres.

Paola 3º